La caída del índice de Shanghai llegó a hundirse hasta el 8,49%, arrastrando la renta variable de todo el mundo
Mónica yepes
El desplome de la bolsa China
empieza a ser estructural y retroalimenta las dudas sobre la segunda economía
del mundo. Y es que no ocurre todos los días que la bolsa de la segunda mayor
economía mundial se despeñe más de un 30% en menos de dos meses. En un año, el
índice de la Bolsa de Shanghái se ha revalorizado en un 150% y alcanzó su nivel
más alto el pasado 12 de junio, antes de encadenar unas caídas que han
provocado pérdidas de unos 3 billones de euros, sobre todo entre los pequeños
inversores (un 90 millones de personas).
Los analistas independientes
siguen constatando una economía mucho más frágil de lo que las autoridades
parecen admitir, tal es el caso de Carlo
Cottarelli, experto del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha
querido rebajar las alarmas declarando que “Es muy prematuro hablar de una
crisis económica en China. Su desaceleración económica y una marcada caída en
bolsa no anuncia una crisis sino un “necesario ajuste” de la segunda economía
más grande.”
FUENTE: Agencia EFE
El colapso de la Bolsa China empezó a raíz de que
en medio de una desaceleración económica y en una apuesta por apoyar la
financiación de empresas ya altamente endeudadas, el Gobierno incentivó la
participación en Bolsa de pequeños inversores. Esto, unido al apoyo de las
autoridades a las empresas tecnológicas, contribuyó a alimentar las
expectativas de los inversores y a empujar las cotizaciones más allá de lo que
justificarían los factores fundamentales de la economía. Muchos de ellos
entraron en el mercado en los últimos meses atraídos por la posibilidad de
obtener rápidos beneficios sin tener apenas experiencia.
Con
el objetivo de frenar la desaceleración, el Gobierno chino desplegó un conjunto de medidas de rescatepara estabilizar el mercado: creó un fondo de contingencia, ha
comprado acciones de compañías públicas, suspendido la salida a Bolsa de nuevas
empresas, prohibido a los grandes accionistas y directivos vender sus
participaciones, han inyectado grandes cantidades de dinero para el crédito
marginal (para que firmas y particulares puedan invertir en Bolsa) y una de las
medidas tomadas últimamente por Pekín fue la de devaluar casi un 5% el Yuan
respecto al dólar.
Su
intención es volver a aumentar las exportaciones en un momento de debilidad de
la economía mundial y es que un Yuan más débil haría más atractiva las
exportaciones de su país a ojos de los compradores internacionales, y sería una
manera rápida de revitalizar las finanzas del país.
El
problema es que ayudar a su economía puede poner en peligro la de otros.
"En el mejor de los casos será un juego de suma cero: lo que es bueno para el crecimiento en China desafortunadamente es
malo para todos los demás", advierte Bill McQuaker, de la gestora Henderson Global Investors. Además,
esto podría ocasionar tanto una guerra de divisas (lucha donde los países compiten entre ellos para alcanzar un tipo de
cambio bajo para su propia moneda) como una falta de confianza en los
inversores
Publicaciones
sobre China
Informe ICEX
China
Informe China
OCDE 2015
Perspectivas de
China
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario